La termografía es una técnica que permite visualizar en forma bidimensional la distribución de la temperatura en las superficies mediante la medición de la radiación infrarroja que estas emiten, y que es proyectada sobre un receptor que es sensible a esta radiación, posteriormente se procesa la información que el sensor envía y se genera una imagen que muestra una distribución aproximada de las temperaturas, mediante diferencias de colores. (aproximada, por que hay muchas variables, tanto en el objeto, el medio ambiente e incluso en el equipo de medición que afectan el procedimiento en mayor o menor medida).
La imagen generada se la puede observar de distinta forma, de acuerdo a la paleta de colores que el termógrafo seleccione, pero en general en un termograma bien realizado, los colores más brillantes representan superficies que emiten mayor radiación infrarroja y que se traduce en mayor temperatura mientras que los colores menos brillantes representan superficies que están a menor temperatura respecto a las otras.
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